martes, 15 de julio de 2014

Volver con el ex

Cambiar un punto final por un punto y seguido... ¿Qué deben tener en cuenta las personas que deciden volver con una ex pareja?

“Sé que no es el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida”, explica Jéssica, de 37 años. Tras diez años de relación de pareja con un paréntesis de unos meses y otro de casi dos años, está convencida de que ha puesto, definitivamente, el punto final. “Nuestra historia empezó a distancia, porque él vivía en Guatemala y yo en New Jersey. Y lo dejé porque él estaba más comprometido con su trabajo que conmigo”. ¿Y cuál fue el principal motivo que les llevó a retomar la relación? “Puës que no dejamos de querernos y que, al menos por mi parte, yo no encontré durante el tiempo que estuvimos separados a un hombre que me pareciera tan especial como él”.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en el año 2010 se rompieron 110.321 matrimonios. No se contabilizan, por tanto, las parejas que no estaban casadas pero que también finalizaron su relación. Así que cada año decenas de miles de personas se quedan solteras. Antes o después seguramente encontrarán una nueva pareja. Pero ¿por qué vuelven las parejas que vuelven? Parship, agencia on line para la búsqueda de pareja, realizó un estudio el año pasado con más de 2.300 personas, a las que preguntó por los motivos que les habían llevado a volver con un ex. ¿Ansias de conservar la media naranja? ¿Almas gemelas que supieron arreglar los conflictos que les distanciaban? ¿Un triunfo incontestable del amor?.
 El 70% de las mujeres encuestadas admitieron que habían dado una segunda oportunidad a un ex “aún sabiendo que dicha relación no les convenía en absoluto”. Mientras que el 71% de los hombres (por el 52% de las mujeres) habían “retomado una relación, no por amor o cariño, sino simplemente por el hecho de no sentirse solos”. Si hacemos caso a estas estadísticas, muchos reinicios sentimentales están escritos con menos poesía de la esperada.
“Creo que la mayoría de las personas se separa hoy en día porque tiene una idea muy equivocada de lo que es el amor – explica Isabel Menéndez, psicoanalista y autora del libro La construcción del amor (editorial Espasa)–, y vuelven por los mismos motivos erróneos. Creen que el otro no les va a frustrar nunca. Pero el amor no tiene que ver con eso. Debe haber cierto grado de frustración para que haya amor, porque eso activa el deseo, el motor de la vida. Hay que salir del enamoramiento, que es una especie de enfermedad y tiene que ver con la idealización. Cuando idealizamos también exigimos mucho. Y es fácil caer, entonces, en una frustración insoportable”. La antesala de la ruptura, aunque sea temporal.
Tal vez el amor sea un ingrediente importante pero no el único para reiniciar una relación. “Hay parejas que no se quieren, pero saben convivir, y hay otras que, queriéndose, no saben soportar una convivencia”, apunta Pilar Varela, psicóloga y autora del libro Amor puro y duro (editorial La Esfera de los Libros). Y es que no siempre la razón para volver es el amor o el haber conseguido arreglar los conflictos que dinamitaron la relación. Como señala María del Mar Martín, psicoanalista del Espacio Psicoanalítico de Barcelona, el menú de motivos que no tienen que ver con el amor es de lo más amplio: “Miedo a la soledad, sentir que la vida que te daba esa persona no te la va a dar nadie, autoengañarse creyendo que la historia que se acabó no era tan mala, creer que las cosas van a cambiar de forma mágica”. Sin olvidar que, con el paso del tiempo, una pareja se puede ir convirtiendo, también, en una empresa familiar. Las parejas de larga duración suelen tener casi todo en común: hijos, amigos, propiedades… “Y muchas personas eligen volver porque tras la ruptura se han quedado muy solos, sienten que lo han perdido todo”. 
 Andrés, de 39 años, lo tiene muy claro. “No debí hacer la goma tanto tiempo”. Traducido: Ángel considera que perdió el tiempo empezando y acabando varias veces su anterior relación. Pero hasta que esta finalizó definitivamente, “rompimos tres veces, durante unos meses cada vez. Y siempre había algo que me llevaba a ella. Al principio sí que estaba enamorado y la quería. Pero luego… ya no diría que fuera amor, sino una especie de enganche emocional. Yo sabía que no iba a estar con ella toda la vida, que antes o después la dejaría. Pero no podía. Esperaba que ella cambiara. Creo que quería adaptarla a mis necesidades, y no funcionó”. 
Es aconsejable no tomar una decisión (¿vuelvo o no vuelvo?) hasta que se haya pasado el duelo. Es decir, hasta que se haya cruzado completamente el desierto de emociones que se abre tras una ruptura: tristeza, melancolía, pérdida, angustia...  “es necesario superar el duelo, porque durante este se corre el riesgo de olvidar lo malo de la relación. Casi se produce una modificación de la realidad y se ve sólo lo bueno que hubo en la pareja”. 
Otro dato interesante de la encuesta de Parship: un 51% de los entrevistados aseguraban haber sentido arrepentimiento tras dejar alguna de sus relaciones de pareja. Volver con el ex para recuperar si no el paraíso perdido por lo menos algunas migajas de felicidad puede ser muy tentador. María del Mar Martín pone el énfasis en la palabra volver y en que las personas que se estén planteando conjugar ese verbo con un ex “piensen en a qué quieren volver, ya que ese lugar al que esperan regresar a lo mejor es el mismo que les condujo a la ruptura”. Y hay que tener en cuenta que durante el reinicio, sobre todo si ha pasado bastante tiempo, ambos pueden sentirse cambiados, desconcertados. “Probablemente, al principio vivan unos días apasionados, pero si no han trabajado para la reconciliación, aparecerán de nuevo los mismos conflictos y sin duda, agravados”.
Dos personas que fueron pareja se conocen, si la relación fue lo suficientemente larga, muy a fondo. Para bien y para mal. Puede ser una ventaja, porque así, quizás, no esperan del otro mucho más de lo que les puede dar. Pero esa familiaridad puede que no deje espacio para que surja la sorpresa, la pasión, el enamoramiento. Además, están los conflictos que les separaron… ¿Cuáles son, entonces, las claves para volver con ciertas garantías de éxito?. En definitiva  el amor no es una condición suficiente para que una pareja funcione. Una mala noticia para los que creen que el amor lo puede todo. “Pero no lo puede”, explica María del Mar Martín. “En terapia de pareja, muchas veces las personas dicen que quieren seguir juntas porque se quieren, pero no basta. Muchas parejas se aman pero también se hacen mucho daño”. Además, cuanto más dolorosos hayan sido los motivos de la ruptura (engaños, infidelidades) más difícil será hacer borrón y cuenta nueva. 
Para Ana, de 41 años, la ruptura no fue nada traumática. Su relación empezó a naufragar cuando “él encontró trabajo en Colombia para estar un año. Al principio fue genial, porque yo iba a verlo de vez en cuando. Pero pasado ese año le ofrecieron un nuevo contrato y se quedó”. Un contrato laboral que hizo tambalearse el contrato sentimental. “Yo trabajaba en Guayaquil y me estaba sacando la tesis. Nos llamábamos… pero cada vez había más distancia. Así que lo dejamos, por la distancia pero también porque la relación no estaba muy consolidada. Pero como éramos amigos, durante la ruptura nos explicábamos incluso los líos que teníamos”. Una ruptura de buen rollo que seguramente allanó el camino para cuando llegó la oportunidad de intentarlo de nuevo. “Me ofrecieron un trabajo en la misma ciudad que él, y decidimos probar. Y ya han pasado veinte años desde que reempezamos, y tenemos dos hijas”. 
Por otro lado, es fundamental que durante el tiempo que ha durado la ruptura “ambos hayan hecho un trabajo personal y constructivo. Si intentan volver estando en el mismo punto personal en el que lo dejaron, es muy probable que no funcione”. Es el caso de Cristina. “La primera ruptura, tras un año y medio de relación, duró unos diez meses. Y para mí fue muy buena, en el sentido de que me abrí al mundo, a otras relaciones, evolucioné. Volvimos porque yo no encontré a nadie que fuera tan especial como él. Nadie me enamoró. Al volver a estar juntos él también había cambiado. Estaba mucho más volcado en mí. Uno de los motivos que nos llevó a romper la primera vez fue que él estaba muy centrado en su trabajo. En la segunda etapa, a pesar de la distancia, nos llamábamos, nos escribíamos, nos veíamos un par de veces al mes. Sentía que había cambiado”. 
Y ¿qué ocurre con los ex que se reencuentran diez o quince años después? “Yo suelo decir una frase que me gusta: ‘Siempre se quiere a quien se ha querido alguna vez’”. Quizás la cuestión, aparte de si hay amor o no, reside en cómo se negocia el contrato de la pareja. Puede que haya personas que no se encuentran en el momento más oportuno o que intentan plantear un tipo de relación que, en realidad, no pueden llevar a cabo. En este sentido, Isabel Menéndez recuerda a “dos personas que iniciaron una relación jóvenes y que se quisieron mucho. Pero rompieron. Pasados diez años, ambos maniobran para encontrarse de nuevo. En ese tiempo no han vuelto a tener una pareja estable. Se dieron cuenta de que cuando eran jóvenes no podían comprometerse a llevar una vida de convivencia. Cuando intentaban comprometerse más, la cosa iba a peor. Así que ahora han vuelto pero cada uno en su casa”. Un contrato con menos cláusulas que les ha permitido reiniciar su relación.
Aunque, en su opinión, los hombres son más reacios a preguntarse en qué han fallado. “Preguntarse les hace sentirse frágiles, mientras que las mujeres no tienen tanto miedo. Suelen enfrentarse mejor a su responsabilidad”. Para que la ruptura sea productiva quizás sea necesario darse un tiempo que no todos los ex se permiten. Un tiempo que será diferente para cada pareja. “Y en el que es necesario no perderse en autorreproches. Hay que plantearse qué ha llevado a elegir a esa pareja, qué no se puede soportar del otro. Así el tiempo de ruptura puede ser constructivo”.
No hay que olvidar, por otro lado, dos variantes que parecen habituales: parejas que acaban porque uno de los dos ha encontrado a otra persona. Pero esa nueva relación le sale mal. Y, cuando se siente atrapado por la soledad, quiere recuperar a su anterior pareja. “Es frecuente que algunas personas fracasen con esa segunda pareja y quieran volver con la primera sin haber elaborado nada de lo que les ha pasado”. “Y, como es lógico, tienen bastantes números para que las cosas vuelvan a ir mal”. De este modo, muchas parejas se instalan en un ir y venir, en un estar juntos y romper, como si su estado normal fuera estar en crisis. “Lo que muestra que hay conflictos que no se acaban de resolver”. También se da el caso, de las personas que rompen convencidas de que enseguida encontrarán un nuevo compañero. “Y cuando se sale al mercado, se comprueba que no es fácil encontrar amores perfectos. Pero un amor no se compra, como un coche o un viaje. En el amor existe el factor suerte, y no siempre la fortuna pasa a nuestro lado”.
Andrés no ha querido saber nada más de su ex pareja, “porque no me aporta nada positivo”. El reinicio de Ana con su ex ya dura 20 años, “por el momento, porque nunca se sabe”, apunta con una sonrisa. Cristina rompió y volvió dos veces. Y asegura que la tercera ruptura es la definitiva. “Yo estoy convencida. Cuando nos separamos la última vez, yo a él lo veía como estancado, viviendo todavía casi como un adolescente. Pero somos amigos. Hay cosas que se ven desde el principio. Yo ya me daba cuenta de que él era muy poco práctico, que era muy soñador, y que eso iba a ser un problema. Y ha sido la causa de la ruptura. Lo que pasa es que me autoengañaba para volver con él”.

domingo, 29 de junio de 2014

10 razones para no ser amante!

10 RAZONES PARA NO SER AMANTES Muchas veces nuestros ojos se posan en alguien que no nos conviene pero cuando nos damos cuenta muchas veces ya es tarde, estamos enamoradas.El corazón tiene razones que la razón no entiende, porque nos empeñamos en dañar nuestras vidas, conformándonos con ser amantes.¿Tan poco valor nos damos, o es que no tenemos derecho a ser felices?

Razones para no ser amantes:

*Nunca tendrás compañía en fechas especiales.(Navidad, cumpleaños, fines de semana, etc.)
*No puedes planificar una cena romántica en su casa, y mucho menos podrás ir a restaurante públicos.
*Los Domingos no puedes contar con su compañía, él tiene familia y ese día es de su esposa e hijos.
*Tú mereces ser la esposa, no la amante, la persona a la que él ama sin necesidad de esconderse.
*Si lo llamas por teléfono, y recibe una llamada, te colgará el teléfono a tí y no a ella.
*Sus noches son de ella, no tuyas, sus planes son de ellos no tuyos.
*Si está casado, no puede ser “tu media naranja” (ya es de otra).
*Esas palabras “estoy casado pero no tengo nada con ella” es una vil mentira.
*Es malo ser amantes porque TÚ misma te estás devaluando al no darte el lugar importante que te correspondería por ser la pareja de alguien.
*Si estás enferma o necesitas algo no puedes llamar, está con su esposa, tú sólo eres la amante (la que debe esperar que tenga tiempo libre para ti).

Si estás viendo a un casado, te pregunto:¿te saca y te lleva a lugares públicos?Si no es así te sería mejor buscarte a alguien que te comprenda porqué él sólo te quiere como la segunda, y eso es rebajarte en tu integridad moral. Tú vales mucho más que como para ser sólo el segundo plato.Valórate mujer, déjalo aunque te prometa que se divorciará;no lo hará, nunca lo hacen, sólo eres su diversión.
Mis amigas si nos ponemos a reflexionar en estas simples razones de las que seguramente hay cientos más,  veremos que no es nada bueno ser amantes.Como mujer amante, siempre serás la segunda opción, además no se puede ser feliz destruyendo hogares donde los hijos son lo más importante, no es bueno para ti ni para la otra persona.Hay muchos hombres lindos y buenos que pueden traer felicidad a tu corazón, no busquemos lo difícil y ajeno para vivir, no se puede construir donde se ha destruido…¿Qué piensas tú?
Con respeto para ustedes por siempre.
         Mafer

martes, 13 de mayo de 2014

       Ruptura sentimental: Duelo normal y duelo patológico

La ruptura en una relación de pareja, puede ser una de las experiencias más dolorosas para una persona,  después de la muerte de un ser querido o de la separación en una experiencia emocionalmente traumática y es necesario que cada una de las partes involucradas, pase por un proceso de duelo.


Por supuesto, cada ruptura es diferente y las circunstancias que la rodean también. En el impacto inicial y en el desarrollo posterior del duelo influyen muchos factores; no es lo mismo, tomar la decisión conjunta de separarse tras años de convivencia cuando la relación está muy deteriorada, que si se trata de una decisión unilateral y repentina por parte de uno de los miembros, o si existen terceras personas involucradas, de por medio.
Tampoco lo vive de la misma manera el que toma la iniciativa (la parte activa) ya que, en cierto modo, ha ido asumiendo gradualmente su nueva situación, que el otro miembro (la parte pasiva), al que le puede coger totalmente desprevenido. Esto no quiere decir, que el que toma la decisión vaya a sufrir menos, sino que el impacto inicial no va a ser el mismo o tomará la situación más ligera porque tiene un SUSTENTO EMOCIONAL.
En cualquier caso, el duelo es una reacción natural y un proceso largo y doloroso por el que es necesario pasar, respetando el sentimiento ante la pérdida de la relación con la persona amada.
Etapas básicas en el proceso de duelo
Cada persona necesita su tiempo para vivir el proceso. La duración es variable, pero la etapa de duelo aguda, no debería durar más de seis meses.
Estas etapas no tienen porqué presentarse en este orden, se pueden solapar entre sí y hay emociones que se pueden sentir con más intensidad que otras.
-Impacto inicial. Cuando una persona no se espera el anuncio de la ruptura por parte de su pareja, hay una primera reacción de incredulidad e irrealidad. Esta sensación puede durar horas o días.
-Negación. El hecho de intentar negar lo ocurrido, de no aceptar la realidad y hacerse falsas esperanzas, es una forma de amortiguar un poco el impacto inicial del dolor. En ocasiones la persona no informa de la ruptura ni a familiares, ni a  amigos, como si fuese algo pasajero. Es una etapa en la que se tiende al  aislamiento social.
-Tristeza y dolor intenso. En esta fase, la persona se encuentra deprimida, sin ganas de hacer nada. El pensamiento se vuelve obsesivo, no se puede pensar en otra cosa. Suelen aparecer trastornos de sueño, malos hábitos en la alimentación y un descuido general. La sensación de vacío, el llanto y la tristeza son las emociones más habituales. Pensamientos del tipo:”nunca me recuperaré de esto”,"por qué volví a escoger mal", "no nací para ser amada", " siempre escojo lo que mi mente atrae" “preferiría que el otro hubiese muerto, así podría pasar página” etc. son muy típicos en esta etapa.
Aquí es necesario dejar que las emociones fluyan. Aunque en ese momento la persona sea incapaz de verlo, poco a poco el dolor se irá debilitando.
-Ira y rabia. La pena y la tristeza, suelen dar paso a un sentimiento de rabia. La persona en muchas ocasiones, se siente herida y suelen surgir sentimientos de resentimiento y rencor.
-Aceptación. La aceptación no quiere decir que sea una etapa feliz, pero la persona empieza a encontrar cierta paz. Ya no se tiene la necesidad de hablar y de pensar continuamente en el tema de la ruptura y se empieza a disfrutar más en compañía de otros. En definitiva, estamos ante el paso previo a la resolución.
-Reorganización y resolución. Aquí, la persona ya ha aceptado su nueva situación,  necesitará reorganizar de nuevo su vida y retomar actividades que se habían abandonado, para poder seguir adelante. Es una etapa que se caracteriza por los cambios.
 Duelo complicado o patológico
Un caso real
Ana de 45 años, acudió a la consulta tras una ruptura sentimental. Su pareja había decidido terminar la relación 10 meses atrás, tras 4 años de relación. Convivían juntos y no tenían hijos. Su  pareja quiso terminar su relación porque decía no sentir lo mismo que al inicio y consideraba que ambos podían ser más felices siguiendo caminos separados.
Al principio Ana, se sumió en un estado de tristeza y desesperación, experimentó rabia y surgieron muchos sentimientos de culpa porque pensaba que había fracasado a la hora de hacer feliz a su pareja.
Hasta aquí, todo se puede considerar normal en la elaboración de un duelo.
Al cabo de 4 meses de la ruptura, se puso en contacto con su ex-pareja para proponerle que se viesen de vez en cuando porque, según le dijo a él, ya lo tenía superado y podían verse “como amigos”. El, aunque era un poco reacio, accedió y aunque solo quedaron en un par de ocasiones, ella siguió albergando esperanzas de arreglar la situación.
Ana no podía aceptar la realidad, recurrió a todo tipo de conductas que más que ayudarla a superar su duelo, la hicieron sumirse en una depresión. Empezó a llamar a su ex pareja con cualquier motivo, frecuentaba los lugares donde sabía que se lo podía encontrar, recurrió a todo tipo de videntes, SHAMANES y tarotistas (cuando ella no creía en eso) para que le ayudasen a recuperar a su pareja y se aisló totalmente de su entorno social y familiar.
Cuando acudió a mi consulta había perdido 15 Kg. de peso, tenía una baja laboral por un trastorno depresivo y abusaba de los ansiolíticos con el fin de poder “anestesiar” un poco su dolor. Manifestaba de forma continua “no encontrar ya un sentido a su vida”
Este es un ejemplo de duelo patológico.
Apoyo psicológico
Cuando la persona, según transcurre el tiempo, no registra ningún avance, sigue sumida en la tristeza y en la desesperanza y presenta un deterioro en su salud, estaríamos hablando de un duelo patológico.
En este momento es aconsejable pedir ayuda profesional, con el fin de ayudar a la resolución ya que de lo contrario, un duelo complicado puede acabar provocando un trastorno depresivo o de ansiedad.
Hay una serie de conductas nocivas que pueden llevar a desarrollar otro trastorno psicopatológico:
- abuso de alcohol u otras drogas, con el fin de evadirse de la realidad. Esto se convierte en una “trampa psicológica” ya que una vez que la persona se encuentra fuera de los efectos de la sustancia, el sentimiento depresivo se hace aún mayor.
- a veces hay una tendencia a desarrollar una serie de conductas desadaptativas en el intento desesperado de volver con la otra persona: llamadas continuas de teléfono, envíos de mails, frecuentar sitios donde puede estar la ex pareja etc. Todas estas conductas lo único que pueden hacer es dañar la autoestima, el amor propio y conseguir que el otro miembro de la pareja responda con indiferencia u hostilidad.
- Uso o abuso de antidepresivos y ansiolíticos. Intentar enmascarar las emociones que se tienen que sentir en el duelo es un error, ya que estos sentimientos tienen que fluir necesariamente para poder superar esta etapa con éxito.
- El  descuido general de la salud, los malos hábitos en la alimentación y en los cuidados básicos, mantenidos a lo largo del tiempo, pueden hacer que se tenga una mala calidad de vida, entorpeciendo todavía más la resolución del problema.
En el trance del duelo se pueden sentir emociones como sensación de fracaso, sentimientos de culpa, envidia hacia amigos o familiares del entorno que no están pasando por la misma situación, rencor etc. También son frecuentes en las etapas iniciales, síntomas físicos como: insomnio, falta de apetito, dolor de cabeza y otros síntomas de ansiedad. Lo importante es no quedarse anclado en el pasado y poder empezar a mirar hacia delante.

Es fundamental ayudar a la persona a que asuma que la relación ha llegado a su fin, para que pueda salir exitoso de esta etapa tan dolorosa.
El apoyo psicológico podrá ayudar a la persona a expresar sus sentimientos, a eliminar conductas nocivas, a recuperar su confianza y su autoestima y a identificar pensamientos irracionales que puedan estar interfiriendo en la resolución del duelo. En definitiva, ayudarle a encontrar de nuevo, un sentido a la vida.

Compartiendo un poco tu amiga siempre

                                                                   Mafer

lunes, 12 de mayo de 2014

¿Funcionan las segundas oportunidades?

Las relaciones se rompen por cuestiones muy diferentes. Depende de la situación sí es posible retomar un noviazgo y olvidar por completo lo ocurrido en el pasado.
 
Recuperar el amor: ¿funcionan las segundas oportunidades?
Pareja apasionada tras darse una segunda oportunidad

Las Relaciones de pareja  es una de las cosas más complejas que puede existir. Cada persona es un mundo y cada pareja es totalmente diferente. Por ello, existe un inmenso abanico de posibilidades que se pueden dar cuando dos personas deciden poner punto y final a la relación e iniciar caminos por separado.

Sí es posible una segundad oportunidad tras la infidelidad.
Aunque podríamos escribir hojas y hojas sobre la conveniencia o no de darse una segunda oportunidad, en los siguientes párrafos muy brevemente lo que se sugiere que hay que hacer para reconciliarse en función del MOTIVO de la ruptura y que el noviazgo vuelva a funcionar.

Segunda oportunidad... tras una infidelidad


En primer lugar empezaremos por una de las situaciones más delicadas. Se produce una infidelidad y la pareja se rompe. Pasado algún tiempo, la pareja se vuelve a reunir y deciden darse una segunda oportunidad.


La segunda oportunidad tras una infidelidad sólo funciona si no se vulneran tres normas: olvidar por completo la traición, no volver a recordar ese pasaje y, sobre todo, no utilizar como excusa esa aventura para echar en cara ciertas cosas o para justificarse por ciertos actos. De hecho, si de verdad has superado eso y la relación funciona, llegará un momento en el que incluso harás broma con ello.

Segunda oportunidad... tras romper por problemas de convivencia


Después de la infidelidad, la convivencia es otro de los motivos más habituales de ruptura. Tras un tiempo de noviazgo, más o menos largo, todas las parejas deciden dar un paso más y comenzar a vivir bajo el mismo techo.

Recuperar el amor: ¿funcionan las segundas oportunidades?
El amor todo lo puede

En los primeros días de convivencia, todo son sonrisas, juegos y felicidad. Pero conforme pasan las semanas y la rutina comienza, empiezan a surgir los primeros problemillas. Conflictos más o menos serios que pueden acabar en ruptura.

Si tras producirse este hecho la pareja decide darse una segunda oportunidad, si de verdad quieres que funcione, lo mejor es que, de forma civilizada, se sienten en una mesa y pongan ciertas reglas o rutinas para que el día a día sea agradable y la convivencia no vuelva a afectar a la relación sentimental.

Segunda oportunidad... tras romper debido a la distancia física


Hay que ordenar  la convivencia
Y si el problema no es precisamente el hecho de estar casi 24 horas al día juntos... de hecho es totalmente el contrario, la distancia física porque cada uno vive en una ciudad, también existe una solución alejada de hacer vidas por separado.
Si por los motivos que sea su noviazgo ha acabado roto y se han dado cuenta de que quieren y deciden volver a luchar por su amor, también hay unos puntos que deben quedar claros, además de la lógica paciencia.

Pareja feliz tras darse una segunda oportunidad
Pareja feliz tras darse una segunda oportunidad

Lo primero es que los dos tienenque hacer un esfuerzo extra para verse siempre que sea posible y, lo segundo y más importante, ya que no tienes físicamente a esa persona cerca para demostrarle con gesto todo el cariño y el amor que sientes hacia ella, busca las palabras adecuadas y utiliza las nuevas tecnologías para darle alguna sorpresa de vez en cuando, eso siempre ayuda a que el tiempo para volver a reencontraros pase más rápido.

Pero, ante todo, si de verdad quieres que tu relación perdure en el tiempo, nunca hagas caso al refrán de 'ojos que no ven.. corazón que no siente', porque al final todo termina saliendo a la luz y puedes estropear una verdadera y bonita relación de amor.
Compartiendo un poco tu amiga de siempre:  

                                                                           Mafer 

viernes, 2 de mayo de 2014

Crees que tienes uma personalidad adictiva? http://maferapoyopsicopegagogico.blogspot.com/2014/05/crees-que-tienes-uma-personalidad.html

Crees que tienes uma personalidad adictiva?

¿Crees que tienes una personalidad adictiva?

A continuación 33 razones para pensar que tu personalidad es adictiva:
*Haces compromisos que normalmente no puedes cumplir
*Tus proyectos terminan siendo muy complejos de realizar y se te complica terminar lo que has iniciado.
*Te cuesta asumir normas y tener figuras de autoridad válidas
*Dices mentiras para justificar tus actos.
*Desplazas a tu familia, amigos o pareja por actividades que consideras merecen una mayor relevancia ( trabajo, fiesta, internet, pereza, juegos, deportes, sexo,  entre otros)
*Tienes sentimientos de superioridad sobre los demás o inferioridad.
*Justificas tus actos porque generas dinero o eres una figura de poder en tu entorno
*Tiendes a ver las cosas negativamente con el pretexto de medir consecuencias o ser previsivo.
*Te aburres fácilmente haciendo lo mismo.*Consideras que mereces más de lo que tienes pero que te han faltado oportunidades para avanzar profesionalmente.
*Logras ser más abierto y social cuando:  consumes drogas, interactuas por internet, bebes alcohol, tienes sexo, entre otros.
*La crítica directa a tu manera de actuar te molesta y aleja de quienes lo hacen.
*Gastas dinero extra manteniendo conductas que en algún momento has considerado excesivas (compras, fiesta, drogas, sexo, comida, entre otras).
*Rompes en muchas ocasiones reglas establecidas en tu hogar o trabajo pensando en tus prioridades y gustos determinados.
*Tomas dinero de otros que no te pertenece sin su autorización y después no lo pagas o lo pagas con ayuda de otros.
*Normalmente cuando bebes alcohol, terminas excediendote ya sea en el comportamiento o en el consumo.
*Aún sabiendo que te haces daño realizas actividades que te generan placer (alcohol, sexo, relaciones de pareja, juego, compras excesivas, ejercicio extremo, entre otros).
*Mientes con facilidad y en ocasiones no diferencias la realidad de la fantasía.
*Te escondes en ideologías que consideras válidas pero en realidad no sabes en qué consisten
*No concibes una reunión sin beber/fumar  (incluso cerveza ) y la mayoría de tus momentos de esparcimiento se acompañan de alcohol y/o cigarrillos.
*Has vivido pensando que debiste tener mejores oportunidades en la vida y que por eso no progresaste, no por tu falta de disciplina.
*Tienes hijos por los cuales no has respondido ni económica ni presencialmente.
*Tiendes a ser infiel (incluso con parejas virtuales).
*Has crecido en ambientes propensos al consumo de alcohol, cigarrillo, drogas, comida en exceso, abandono, sobreprotección, ilegalidad, violencia, peleas, maltrato, dominación y excesos.
*Provienes de un hogar disfuncional o alguno de tus padres lo tuvo.
*Cambias muy seguido de trabajo.
*Tus relaciones de pareja han sido conflictivas, celosas y\o infieles.
*Necesitas tener siempre la razón por lo que te molestan los cambios repentinos de planes.
*Has abandonado responsabilidades como trabajo o estudio por un ataque de ira, mal desempeño, baja productividad, efectos de una relación de pareja, tristeza o pereza.
*Pasas la mayor parte de tu tiempo trabajando, incluso en horarios no adecuados.
*Tienes inconvenientes con tu alimentación  (excesos- comida poco sana- no comer).
*Pasas demasiado tiempo frente a un computador, televisor, celular y necesitas tener conexiòn a internet en  todo momento.
*Culpas a los demás por los fracasos que has tenido.

Si te identificas con una o varias de las anteriores situaciones, te invito a ponerte en contacto para que veamos qué tan adictiva es tu personalidad y veamos como puedo ayudarte.

Compartiendo un poco, tu amiga siempre. 
 
                                     Mafer

sábado, 22 de marzo de 2014

Fondo o forma 
Imagine por un momento una persona que tiene un gran fondo de sentimientos y valores pero nunca los manifiesta, no los materializa en acciones concretas... Es común en los funerales escuchar en relación con el difunto: 
"Yo en el fondo lo quería mucho pero nunca se lo demostré"... Pues, en vida, hermano, en vida, como dice Ana María Rabatté, no creo que el muertito huela las únicas flores que le regaló y que fue precisamente el día en que lo están enterrando.

Mucha gente dice: "Yo soy una persona muy capaz pero nadie lo sabe". La única forma de demostrar de lo que es capaz de hacer, es haciéndolo, la calidad de nuestros actos revelan nuestra auténtica capacidad, la calidad de nuestras acciones ponen de manifiesto nuestra calidad.
Lo que necesita el mundo no son seres que tengan apariencia de capaces sino personas con realizaciones, que con hechos reales aporten positivismo en acción a través de la edificación de una sociedad superior.

A la inversa, hay personas que solamente son formas sin fondo, por ejemplo, puede existir la mujer más bella con un "hardware" extraordinario pero sin pizca de "software", es decir, vacía por dentro. El caso del político que guarda solamente formas y con sus acciones no logra nada más que quedar bien con todo el mundo, pero sin producir ningún resultado, o manipula con sus cortesías y convence a sus seguidores y los traiciona con sus acciones pues solamente busca satisfacer sus intereses particulares.
Si usted en el fondo ama a su pareja, le pregunto: ¿Cómo se lo demuestra? Si ama a su trabajo, ¿cómo lo evidencia en la práctica? Si en el fondo le duele la pobreza de los demás, ¿qué acciones concretas realiza por ellos? Si usted en el fondo cree en la honestidad, ¿cómo lo manifiesta? Si le angustian los niños abandonados, ¿qué hace por ellos?

Seguramente usted en el fondo desea tener éxito, lograr un nivel económico superior, ama a su familia, desea tener mejores amigos, sobresalir en su medio social, pero la pregunta es ¿en qué forma se va a manifestar para lograrlo?
Hay que darle forma a todo aquello que en el fondo del corazón deseamos lograr.
Me sorprende año con año el ritual que realizamos el día último de diciembre a las 12:00 de la noche, despidiendo el año viejo atragantándonos de 12 uvas, y pensando a la vez lo que deseamos suceda en el nuevo año que comienza, cuando en realidad nada va a cambiar, ya que, el presente no es más que un suceso lógico del pasado y el futuro es el resultado de lo que hoy hagamos, nada cambia a menos que nosotros personalmente cambiemos.

Si desea en el fondo un mañana mejor para usted y los suyos, por favor déle forma a sus deseos y realice a partir del día de hoy las acciones que lo llevarán a lograr lo que en el fondo desea.
Déle forma a su amor manifestándolo clara y francamente a los que ama; si desea ser ascendido en su trabajo, por favor que sus formas, sus cortesías, su dinamismo hacia la acción, su actitud positiva diariamente se manifieste y le aseguro que será candidato al ascenso.
Demuestre a todo el mundo su auténtico valor a través de la calidad de sus actos y le aseguro que para nadie pasará desapercibido, cada vez que realice una acción pregúntese si ésta revela su auténtica capacidad.
En alguna ocasión he escuchado la siguiente aseveración de alguien que visitaba una exposición de pintura impresionista, donde algunos cuadros que no estaban firmados por su autor se les atribuían sin lugar a dudas a algún artista. La gente sabía de quién era esa obra, ¿saben por qué? "Porque esas pinturas solamente pudieron ser realizadas por un determinado artista, sus formas solamente a él corresponden, no hay duda, ningún otro la pudo haber realizado".
Así debemos pensar de cada una de nuestras acciones, que sean de tal calidad que solamente a nosotros se nos atribuya su autoría... Identifíquese por la calidad de sus acciones, póngale su sello personal a cada acción que realice.
Y cuando triunfe, los demás lo sabrán porque habrá estampado no solo fondo sino su forma...

Compartiendo un poco tu amiga siempre


                                                                              Mafer